jueves, 23 de junio de 2011

Preparacion para la confirmacion

PreparaciónEl proceso normal de catequesis en una parroquia puede durar entre uno y cuatro años, dependiendo del contenido. En éste se pueden destacar temas como la Iglesia, María, los sacramentos, la Biblia, los evangelios, la oración, la Eucaristía, el perdón, la resurrección, etc. La Iglesia Católica requiere, si el confirmando ha alcanzado la discreción, que su formación incluya al menos el conocimiento del Padre nuestro, el Ave María, el credo y los diez mandamientos. El confirmando debe encontrarse en estado de gracia (sin pecado mortal), pero, aunque es ilícito recibirlo en pecado, el sacramento es válido, si bien sus efectos sacramentales (los dones del Espíritu Santo) no se disfrutan hasta que se obtiene la absolución.

Los signos de la Confirmacion

Signos

-El crisma, marca de permanencia que no se borra.
 En este imagen se representa el recipiente donde se guarda el Aceite lo cual es el Crisma.


-la paloma, significa que el espiritu santo nos regala sus dones.
 En esta imagen se muestra una paloma lo cual representa el
 Espiritu Santo.



 el Sello espiritual Indeleble: Es el espiritu de Dios y que no se quita.

miércoles, 22 de junio de 2011

La confirmación en el proceso de la iniciación crisitiana

 Situación de la Confirmación

A pesar de que la Iglesia católica ha enseñado en los concilios de Florencia y de Trento que la confirmación es verdadero y propio sacramento, continúa siendo poco conocida y, en la práctica, no apreciada por los fieles. A esto vienen a sumarse las dificultades de los fieles para recibir este sacramento debido a la distancia en que se encuentran respecto de la ciudad y de las capitales de provincia. A sus comunidades muy poco o nunca llegan los pastores. Aún en los lugares donde se le puede recibir sin mayores dificultades, los fieles muestran mucha negligencia y de hecho muchísimos viven y mueren sin haber recibido la confirmación.

La causa principal de todo este malestar está en que en el ámbito de la reflexión no se ha elaborado una verdadera teología de la confirmación la cual sea capaz de determinar su verdadero sentido en el proceso de la iniciación cristiana. La teología no ha podido señalar tan claramente, como en el bautismo, el meollo salvífico de la confirmación. Primitivamente tampoco nadie se lo preguntó por que era administrada junto con el bautismo de tal manera que no se distinguían suficientemente los efectos que correspondían en particular a cada uno de estos sacramentos.

Ministro y sujeto

En cuanto sucesores de los apóstoles, solo los obispos son «los ministros originarios de la confirmación»[4]. En el rito latino, el ministro ordinario es esclusivamente el obispo; un presbítero puede confirmar válidamente sólo en los casos previstos por la legislación general (bautismo de adultos, acogida en la comunión católica, equiparación episcopal, peligro de muerte), o cuando recibe la facultad específica, o cuando es asociado momentáneamente a estos efectos por el obispo. En las Iglesias orientales es ministro ordinario también el presbítero, el cual debe usar siempre el crisma consagrado por el patriarca u obispo.

Como sacramento de iniciación, la confirmación está destinada a todos los cristianos, no solo a algunos escogidos. En el rito latino es conferida una vez que el candidato ha llegado al uso de razón: la edad concreta depende de las praxis locales, las cuales deben respetar su carácter de iniciación. Se requiere la previa instrucción, una verdadera intención y el estado de gracia.

Significación litúrgica y efectos sacramentales de la confirmacion

El crisma, compuesto de aceite de oliva y bálsamo, es consagrado por el obispo o patriarca, y sólo por él, durante la misa crismal. La unción del confirmando con el santo crisma es signo de su consagración. «Por la Confirmación, los cristianos, es decir, los que son ungidos, participan más plenamente en la misión de Jesucristo y en la plenitud del Espíritu Santo que éste posee, a fin de que toda su vida desprenda "el buen olor de Cristo" (cfr. 2 Co 2,15). Por medio de esta unción, el confirmando recibe "la marca", el sello del Espíritu Santo» (Catecismo, 1294-1295).

Esta unción es litúrgicamente precedida, cuando se realiza separadamente del bautismo, con la renovación de las promesas del bautismo y la profesión de fe de los confirmandos. «Así aparece claramente que la Confirmación constituye una prolongación del Bautismo» (Catecismo, 1298). Sigue a continuación, en la liturgia romana, la extensio manuum para todos los confirmandosdel obispo, mientras pronuncia una oración de alto contenido epiclético (es decir, de invocación y súplica). Se llega así al rito específicamente sacramental, que se realiza «por la unción del santo crisma en la frente, hecha imponiendo la mano, y con estas palabras: "Recibe por esta señal el don del Espíritu Santo"». En las Iglesias orientales, la unción se hace sobre las partes más significativas del cuerpo, acompañando cada una por la fórmula: «Sello del don que es el Espíritu Santo» (Catecismo, 1300). El rito se concluye con el beso de paz, como manifestación de comunión eclesial con el obispo (cfr. Catecismo, 1301).

Así pues, la confirmación posee una unidad intrínseca con el bautismo, aunque no se exprese necesariamente en el mismo rito. Con ella el patrimonio bautismal del candidato se completa con los dones sobrenaturales característicos de la madurez cristiana. La Confirmación se confiere una única vez, pues «imprime en el alma una marca espiritual indeleble, el "carácter", que es el signo de que Jesucristo ha marcado al cristiano con el sello de su Espíritu revistiéndolo de la fuerza de lo alto para que sea su testigo» (Catecismo, 1304). Por ella, los cristianos reciben con particular abundancia los dones del Espíritu Santo, quedan más estrechamente vínculados a la Iglesia, «y de esta forma se obligan con mayor compromiso a difundir y defender la fe, con su palabra y sus obras»

Fundamentos bíblicos e históricos

Las profecías sobre el Mesías habían anunciado que «reposará sobre él el espíritu de Yahvéh» (Is 11,2), y esto estaría unido a su elección como enviado: «He aquí a mi siervo a quien yo sostengo, mi elegido en quien se complace mi alma. He puesto mi espíritu sobre él: dictará ley a las naciones» (Is 42,1). El texto profético es aún más explícito cuando es puesto en labios del Mesías: «El espíritu del Señor Yahvéh está sobre mí, por cuanto me ha ungido Yahvéh. A anunciar la buena nueva a los pobres me ha enviado» (Is 61,1).

Algo similar se anuncia también para el entero pueblo de Dios; a sus miembros Dios dice: «infundiré mi espíritu en vosotros y haré que os conduzcáis según mis preceptos» (Ez 36,27); y en Jl 3,2 se acentúa la universalidad de esta difusión: «hasta en los siervos y las siervas derramaré mi espíritu en aquellos días».

En el misterio de la Encarnación se realiza la profecía mesiánica (cfr. Lc 1,35), confirmada, completada y públicamente manifestada en la unción del Jordán (cfr. Lc 3,21-22), cuando desciende sobre Cristo el Espíritu en forma de paloma y la voz del Padre actualiza la profecía de elección. El mismo Señor se presenta al comienzo de su ministerio como el ungido de Yahvéh en quien se cumplen las profecías (cfr. Lc 4,18-19), y se deja guiar por el Espíritu (cfr. Lc 4,1; 4,14; 10,21) hasta el mismo momento de su muerte (cfr. Hb 9,14).

Antes de ofrecer su vida por nosotros, Jesús promete el envío del Espíritu (cfr. Jn 14,16; 15,26; 16,13), como efectivamente sucede en Pentecostés (cfr. Hch 2,1-4), en referencia explícita a la profecía de Joel (cfr. Hch 2,17-18), dando así inicio a la misión universal de la Iglesia.

El mismo Espíritu derramado en Jerusalén sobre los apóstoles es por ellos comunicado a los bautizados mediante la imposición de las manos y la oración (cfr. Hch 8,14-17; 19,6); esta praxis llega a ser tan conocida en la Iglesia primitiva, que es atestiguada en la Carta a los Hebreos como parte de la «enseñanza elemental» y de «los temas fundamentales» (Hb 6,1-2). Este cuadro bíblico se completa con la tradición paulina y joánica que vincula los conceptos de «unción» y «sello» con el Espíritu infundido sobre los cristianos (cfr. 2 Co 1,21-22; Ef 1,13; 1 Jn 2,20.27). Esto último encontró expresión litúrgica ya en los más antiguos documentos, con la unción del candidato con óleo perfumado.

Estos mismos documentos atestiguan la unidad ritual primitiva de los tres sacramentos de iniciación, conferidos durante la celebración pascual presidida por el obispo en la catedral. Cuando el cristianismo se difunde fuera de las ciudades y el bautismo de los niños pasa a ser masivo, ya no es posible seguir la praxis primitiva. Mientras en occidente se reserva la confirmación al obispo, separándola del bautismo, en oriente se conserva la unidad de los sacramentos di iniciación, conferidos contemporáneamente al recién nacido por el presbítero. A ello se une en oriente una importancia creciente de la unción con el myron, que se extiende a diversas partes del cuerpo; en occidente la imposición de las manos pasa a ser una imposición general sobre todos los confirmandos, mientras que cada uno recibe la unción en la frente.

martes, 21 de junio de 2011

Todo sobre la confirmacion

¿Quién puede recibir este sacramento?
Todo bautizado puede recibir el sacramento de la Confirmación. Aunque se recomienda que se reciba cuando se tenga pleno uso de razón, pues este sacramento se considera como "el sacramento de la madurez cristiana". Es necesaria una preparación previa para que el confirmado pueda asumir mejor las responsabilidades apostólicas de la vida cristiana.


lunes, 20 de junio de 2011

Debemos de tener en cuentas que:

El diálogo que Dios entabla con nosotros por medio de los sacramentos es un diálogo transformador, vivificante. A quienes toman en serio ese diálogo, se les va transmitiendo la vida de Dios. Debemos cuidar, fortalecer y nutrir esa vida, poderosa en sus raíces, pero frágil y amenazada constantemente.

El sacramento de la confirmación es para cada fiel cristiano la plena investidura de una misión a favor de la Iglesia y del mundo.

Podemos llamar cristiano adulto a quien sabe a asumir sus responsabilidades en el seno de la Iglesia y toma parte activa en la edificación del Reino de Dios. Por la efusión del Espíritu Santo, el creyente que ha recibido el sacramento de la Confirmación hace un altar en cualquier actividad de su vida diaria. Sobre ese altar él se une al sacrificio de Cristo para introducir en el mundo el amor del Padre. Así, el Espíritu se manifiesta en el cristiano a través del testimonio activo y lo hace progresar hacia la Eucaristía, culmen del misterio pascual, con las manos ricas en dones de alabanza.

Por la Confirmación, el Hijo encarnado de Dios nos comunica la misma misión que el Padre le dio a El: dejarnos guiar por el Espíritu Santo, para hacer visible en este mundo su amor infinito

El sacramento de la confirmacion

El sacramento de la Confirmación perfecciona la gracia bautismal, y nos da la fortaleza de Dios para ser firmes en la fe y en el amor a Dios y al prójimo.
Nos da también audacia para cumplir el derecho y el deber, que tenemos por el bautismo, de ser apóstoles de Jesús, para difundir la fe y el Evangelio, personalmente o asociados, mediante la palabra y el buen ejemplo.
¿Qué es la confirmación?
Es el sacramento que perfecciona la gracia bautismal fortaleciéndonos en la fe y haciéndonos soldados y apóstoles de Cristo.
¿Cuándo se debe recibir la confirmación?
Se debe recibir la confirmación cuando se ha llegado al uso de razón, o antes, si hay peligro de muerte.
¿Cómo se debe recibir la confirmación?
Se debe recibir la confirmación en estado de gracia y con la preparación conveniente.
¿Quién puede confirmar?
Puede confirmar el obispo, y en algunos casos especiales los sacerdotes delegado por el obispo.

jueves, 9 de junio de 2011

LA CONFIRMACION ES IMPORTANTE

bueno para comenzar la confirmacion es un sacramento muy importante para los catolicos debido a que gracias a ella nosotros podemos demostrar que somos buenos critianos ya que por medio de la confirmacion nosotros damos a concer que no nos da pena decir o confirma que creemos en Dios y que el nos ha dado todo lo que tenemos y que gacias a el estamos a quien en esta vida tambien damos a conocer nuestras creencias sobre la virgen maria que es la madre de nuestro señor jesus.
Por eso esque la confirmacion es un sacramento muy importante para los catolicos.

gracias(:

La confirmacion

¿ CUÁNDO EMPEZÓ LA
CONFIRMACIÓN?

- Te contaremos la historia:
Cincuenta días después de que Cristo murió y resucitó, estaban reunidos los 11 apóstoles. Todos tenían mucho miedo. Entonces bajó sobre ellos el ESPÍRITU SANTO de Dios en forma de lenguas de fuego. En ese momento su debilidad y miedo se convirtieron en fuerzas sobrehumanas para ir a enseñar y a defender delante de todos, lo que Cristo les había enseñado.
- Este día se llamó ¨PENTECOSTÉS¨.
- Después la Biblia, en una parte que se llama los Hechos de los Apóstoles, nos cuenta que ellos IMPONÍAN (les ponían en la cabeza) las manos a otros hombres para que recibieran el ESPÍRITU SANTO. Así fueron las primeras confirmaciones. ¿ QUÉ PASA CUANDO NOS CONFIRMAN ?
- Dijimos que en la CONFIRMACIÓN, DIOS NOS DA SU ESPÍRITU SANTO.
¿Y qué pasa cuando recibimos al Espíritu Santo?
1) CRECEN NUESTRAS FUERZAS ESPIRITUALES.
Igual que les pasó a los apóstoles, se hace más fuerte nuestra fe. El sacramento de la confirmación es como un PENTECOSTÉS para cada uno de los bautizados.
2) NOS HACEMOS SOLDADOS DE CRISTO
Esto no significa que luchemos o matemos por Cristo. Jesús no nos enseñó la violencia.

Ser soldado de Cristo significa que:
a) Somos leales a Cristo nuestro Rey, enseñamos sin miedo a todos, que somos católicos.
b) Le defendemos cuando alguien habla mal de Él o de su religión.
c) Le servimos, tratando de extender su reino de amor entre los hombres

3) NOS UNIMOS MÁS A CRISTO Y A LA IGLESIA:
Porque por nuestra propia voluntad decidimos formar parte de ella.
¿ CÓMO SE HACE LA CONFIRMACIÓN ?
- La CONFIRMACIÓN debe hacerla el SEÑOR OBISPO o un delegado suyo (alguien a quien él le da permiso especial para hacerlo).
Sólo en caso de que haya peligro de muerte puede confirmar cualquier sacerdote
- El Obispo unta el SANTO CRISMA en forma de cruz en la frente de la persona. El santo crisma es un aceite especial que el Obispo bendice cada año en la misa del Jueves Santo.
- Después el Obispo le IMPONE LAS MANOS, y le dice:

¨RECIBE POR ESTA SEÑAL
EL DON DEL ESPÍRITU SANTO ¨